Se cumplen cien años de la Semana Trágica. El Estado español, ante los ataques por parte de independentistas marroquíes contra intereses del Conde de Romanones en el norte de África, la zona española del Rif, decide aplastar la insurrección mediante una operación de castigo para la cual se empieza a reclutar a jóvenes reclutas, que, ante la imposibilidad de pagar la exención que les permitía eludir la llamada a filas, acababan muriendo como chinches en una tierra, la marroquí, en la que los únicos intereses a defender eran los de los ricos burgueses y aristócratas españoles, el primero de ellos, y como decíamos antes, el Conde de Romanones. Pero el discuro antiimperialista, hilado con el anarquista, en la Barcelona de 1909, provocó una reacción de furia consecuencia de la negativa radical por parte de los trabajadores de la ciudad de mandar a más pobres a morir a África por la bolsa de los ricos. Esta insurrección, que se tradujo también en el incendio de un gran número de iglesias (se consideraba al clero cómplice del estado de las cosas y de aliarse siempre con la injusticia), desató una oleada represiva que acabó con la muerte del pedagogo racionalista, fundador de la Escuela Moderna, Francisco Ferrer i Guardia, considerado por el poder como el responsable último de la rebelión. Espero que os guste.
1 comentario:
Es increíble la manipulación de sucesos y la tergiversación de realidades que lleva a cabo el Estado cuando se ve amenazado, hace 100 años y ahora, parece que la cosa no ha cambiado, ¡hasta seguimos teniendo monarquía!
God save the Queen en la acepción de los Sex Pistols.
Me gusta tu blog
Marta Sánchez
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