sábado, 24 de agosto de 2013

La República Roja de Baviera: otra revolución desconocida


Páginas de B. Traven. Retrato de un anónimo célebre, de Golo (pincha y amplia)

Hace unos meses, buscando datos para escribir un post en el blog tr(a)nshistoria, me encontré con una referencia a la República Soviética de Baviera. Es una historia interesante que merece ser conocida y que no sea sepultada por la historiografía oficial, a la que tan poco interesan estos fragmentos olvidados de la historia social.

Tras el final de la I Guerra Mundial (1918), en la que Alemania saldría derrotada, las clases populares de este país y buena parte de su derrotado ejército, se echaron a las calles para derrocar la monarquía imperial que les había arrastrado a la guerra. Tras una fuerte lucha, la insurrección popular, liderada por los sectores mejor organizados del movimiento obrero, consiguió buena parte de sus objetivos: se echó al Emperador, se proclamó la República y se dotó al estado de una organización federal.

En Baviera, una región al sur de Alemania con una gran implantación de las organizaciones obreras, la situación se transformó en una auténtica guerra civil, tras la cual se proclamó la República de Baviera. Por entonces, el líder indiscutible de la república bávara era el socialista Kurt Eisner, un político carismático que fue asesinado el 19 de febrero de 1919 por los disparos efectuados por un militante de la extrema-derecha.

Consejo Central de la República Roja de Baviera
El asesinato de Eisner y la apuesta revolucionaria de buena parte de los sectores populares de la región, llevaron a la proclamación, a principios de abril de 1919, de la República Soviética de Baviera. La Républica, organizada en torno al Consejo de Baviera (una asamblea de obreros, campesinos y soldados), tuvo una dirección predominantemente libertaria durante las primeras semanas de funcionamiento. De hecho, los principales líderes del Consejo fueron destacados militantes anarquistas o socialistas antiautoritarios como Gustav Landauer, Silvio Gesell, Erich Müsham o Erns Toller.

No obstante, la labor organizativa de los anarquistas fue saboteada desde un principio por la militancia del KPD (Partido Comunista Alemán). De hecho, a principios de mayo los comunistas dieron un golpe de estado que les hizo tomar las riendas del Consejo de Baviera, encumbrando en la dirección política de la República a Eugen Levine, un destacado dirigente del KPD.     

A pesar de ello, la República Soviética de Baviera contó con las simpatías de las clases populares bávaras, que, prueba de ello, se echaron a las calles para intentar frenar la invasión de los más de 30.000 militares y miembros de los Freikorps (voluntarios de extrema-derecha) que llegaron a la región para aplastar la experiencia revolucionaria. Una victoria que consiguieron, pero solo tras dejar miles de víctimas entre los defensores de la república bávara, entre ellas los líderes más destacados del Consejo de Baviera.

* Este artículo se incluye en el número 1/10 del fanzine COTARRO, publicado por Piedra Papel Libros. Más información en https://www.facebook.com/PiedraPapelLibros
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