domingo, 29 de diciembre de 2013

Ciclo Cultural sobre la Europa de Entreguerras (1918-1939)


Empieza un nuevo año y la actividad cultural del CSA "Jaén en pie" no para. De hecho, el Ciclo que hoy presentamos viene a dar continuidad a la serie de proyecciones y actos culturales organizados de manera permanente cada martes en el Centro Social. 

El Ciclo Cultural sobre la Europa de Entreguerras (1918-1939) pretende ser un espacio de autoformación histórica y política. En ese sentido, aspiramos, aun de manera modesta, a que las participantes se interesen o conozcan con mayor profundidad un periodo de la historia en el que, al menos en buena parte de la vieja Europa, se libró una batalla encarnizada por configurar las bases del mundo en el que hoy -para bien o para mal- vivimos millones de personas. 

Finalmente, con esta iniciativa, que comienza el día 7 de enero con la presentación del Ciclo y la realización de un vídeo-fórum sobre la Bauhaus, queremos reiterarnos en nuestra apuesta -la del Ateneo Cultural del CSA "Jaén en pie"- por un modelo de cultura popular, autogestionada y propositiva, en la que seamos nosotros y nosotras mismas las que pongamos en pie de manera colaborativa iniciativas de ocio y aprendizaje que combatan el adoctrinamiento individualista del sistema y sus medios medios de comunicación de masas. 

 Si estáis interesados, allí nos vemos pues. 


P.D.: Y como no podía ser de otra manera, prestaremos especial atención a la República de Weimar.

martes, 24 de diciembre de 2013

Novedad editorial sobre el bombardeo de Jaén

Bombardeo de Jaén, publicado hace apenas unos meses, es un interesante acercamiento a uno de los episodios más oscuros de la historia de nuestra ciudad. Efectivamente, el libro ―escrito por Juan Cuevas y publicado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Jaén― reconstruye el contexto, desarrollo y consecuencias del ataque de la aviación franquista ejecutado el 1 de abril de 1937. 

Entre otros aciertos, se ha de destacar el aparato documental del texto (fotos, planos y partes de campaña) y la utilización de fuentes indirectas de inestimable valía, como el impactante relato que del bombardeo realizó Rafael Porlán, escritor de origen malagueño que residió en Jaén durante la Guerra Civil. 

El libro, de apenas 123 páginas, se puede adquirir en las librerías de Jaén. En el se incluye la fotografía que os presentamos también en esta entrada y que fue tomada poco después del bombardeo desde uno de los aviones que formaron parte de la escuadrilla responsable del ataque.

Podéis pichar para ampliar la imagen

martes, 3 de diciembre de 2013

El problema del poder en la Revolución


El 25 de abril de 1937, Andreu Nin (1892-1937), líder del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y antiguo Secretario General de la CNT, pronunciaba la conferencia «El problema del poder en la revolución» desde el estrado del Teatro Principal Palace de Barcelona. Dos días después, el texto aparecía publicado en La Batalla, órgano de expresión de dicho partido. Polémico y sintético, el análisis de la coyuntura revolucionaria esbozado por Nin en su conferencia resultó premonitorio. De hecho, apenas unas semanas más tarde, las calles de Barcelona ardían a causa de los enfrentamientos entre los sectores revolucionarios del bando antifascista y aquellos que, influenciados por el estalinismo o el nacionalismo liberal, apostaron por fortalecer el Estado, torpedeando el proceso de socialización de la economía de retaguardia y acabando con el sistema de milicias que había frenado el avance del ejército rebelde en Aragón.

Ya en junio del 37, cientos de militantes del POUM fueron detenidos tras haber sido acusado su partido de colaborar con Franco. Las pruebas, unos papeles falsificados por el NKVD soviético, provocaron que Nin fuera arrestado y trasladado a una checa de Alcalá de Henares. Allí fue torturado durante tres días y finalmente murió, eso sí, sin que se obtuviera de él la falsa confesión de su apoyo al bando fascista.

No obstante, el destino de su partido y el de los miles de militantes del mismo, quedó sellado mucho antes. Efectivamente, la derrota del POUM y el movimiento libertario en las jornadas de mayo del 37 principió la escalada represiva contra el partido marxista y su militancia: sus sedes fueron clausuradas, sus cuadros dirigentes apresados y su prensa censurada de forma definitiva. A partir de entonces, las posibilidades de intervención política de los sectores antifascistas enfrentados a la política internacional de Stalin mermaron considerablemente, lo que supuso, al cabo, la pérdida de la hegemonía política del movimiento obrero revolucionario y el frenazo definitivo a la obra de transformación social emprendida por los trabajadores y trabajadoras de la retaguardia republicana que, muy inteligentemente, intuyeron que la única manera de ganar la guerra era ganar ―al mismo tiempo y de forma decidida― la Revolución, levantando el mundo nuevo que les había sido negado por todos los regímenes políticos que habían padecido.

- Un libelo reeditado por PIEDRA PAPEL LIBROS.

miércoles, 30 de octubre de 2013

(Com)padecer la historia: memoria, poder, conflicto


La mayor parte de la ciudadanía suele tener una visión de la historia condicionada por la imagen que proyecta la educación reglada de la materia. En ese sentido, heredamos de la institución educativa una concepción monolítica, inerte y aséptica de nuestra historia que, mal que nos pese, contribuye al desinterés generalizado por nuestro pasado y al sostenimiento de una mirada inocente con respecto al mismo.

Este imaginario colectivo, por el contrario, que pone el acento en la presupuesta inmutabilidad de los discursos históricos, no ha caído del cielo sino que, si se analiza desde fuera, aparece como una construcción social más, interesada, desde luego, y elaborada en base a una lucha de poderes que operan desde el aquí y el ahora, perpetuando una pugna permanente cuyo objeto no es otro que ganar la hegemonía que posibilite contar la historia de una forma determinada. Hablamos, por tanto, de un territorio de conflicto que emerge y se ubica finalmente en el centro de la arena política.

En nuestro entorno más cercano, la relación entre memoria colectiva e historia opera a dos niveles muy distintos. Por un lado, tenemos los discursos hegemónicos producidos por las instituciones productoras de saber (hablamos sobre todo de la Universidad), y, por otro, las políticas de memoria de carácter institucional.

Un ejemplo de estas últimas sería la política de memoria llevada a cabo por una administración local, como es el caso del Ayuntamiento de Jaén. En este ejemplo, se hace evidente el intervencionismo explícito de una administración cuya apuesta en la arena política de la memoria colectiva se caracteriza por su falta de asepsia y, por lo tanto, por lo visible de su intención de operar directamente sobre el discurso histórico hegemónico. Solo desde este punto de vista, podemos llegar a entender cómo es posible que en tan solo dos años se hayan levantado tres monumentos a otras tantas instituciones sobre las que no hay un discurso compartido, una narración total, algo que se ha de comprender si se analizan las distintas trayectorias de interrelación social de estas tres instituciones —Legión, Guardia Civil y Policía Nacional— con respecto a los diversos sectores sociales que conforman la sociedad local.

A partir de ahí, la constatación de la conflictividad subyacente a la elaboración de los discursos históricos, solo nos puede mover a intervenir como ciudadanía en dos sentidos: entrando en el conflicto o escapando de él. Pero no hay que llevarse a engaños, tanto en un caso como en el otro estaremos participando activamente en la construcción de nuestra mirada histórica: unos haciendo y otros dejando hacer. A partir de aquí, la toma de conciencia de la falta de inocencia de las políticas públicas relacionadas con la memoria colectiva, ha de contribuir, al menos, a un cuestionamiento ―primero individual y después social― de nuestra propia identidad, puesto que nuestra manera de concebir el pasado condiciona notablemente nuestro presente identitario y, por tanto, nuestra manera de entender el mundo.

Finalmente, no podemos concebir esta pedagogía de la historia social con la inocencia que, por otro lado, le negamos a la elaboración del mismo discurso histórico. En ese sentido, debe ser precondición del narrador o pedagogo evidenciar la posición de la que parte, explicitando cuáles son sus intenciones y siendo consciente de que tanto la manera de presentar nuestro discurso como la forma en que lo producimos no han de partir del presupuesto de objetividad heredado de la Academia, sino de unos valores generales y cronotrópicamente menos determinados, como la honradez y la veracidad. Solo así podremos activar la historia a nivel social, deconstruyendo el falso sentido contemplativo con el que la mayoría se acerca a ella; sentido contemplativo que, habría que señalarlo, no es sino la cara amable de un verdadero (com)padecer la historia que ningún pueblo merece y que sin duda contribuye al proceso de infantilización social del que siempre unos pocos sacan tajada.

miércoles, 2 de octubre de 2013

El orden reina en Berlín


El 15 de enero de 1919, aplastado de forma irremediable el levantamiento espartaquista en Berlín, un grupo de soldados descubre a Rosa Luxemburgo escondida en el número 53 de la calle Maninheim. Junto a ella se halla Karl Liebknech, el histórico dirigente comunista. Ambos son el objetivo prioritario de la contrarrevolución germana. Apresados y separados, el teniente Vogel, un oficial de la Caballería de la Guardia del Gobierno, asesina a Rosa Luxemburgo de un tiro en la sien. Otras versiones aseguran que murió a culatazos propiciados sin piedad por sus captores. De una manera o de otra, su cuerpo fue arrojado a un canal cercano con intención de no dejar rastro de él. Karl Liebknech corrió una suerte similar.

Una horas antes, consciente del inminente peligro que corría su vida, Rosa Luxemburgo escribió El orden reina en Berlín, un texto breve, pero de gran intensidad y un mayor valor histórico, donde la revolucionaria polaca analizaba las causas de la derrota obrera y dejó de manifiesto su fe inquebrantable en la Revolución y en el avance de la causa del pueblo.

No obstante, su asesinato no fue sino uno más entre los cientos que dejó la represión del levantamiento espartaquista; una represión, no lo olvidemos, orquestada por los dirigentes socialdemócratas que gobernaban la joven República de Weimar y que no dudaron en echar mano de los Freikorps (voluntarios de extrema-derecha) para hacerla efectiva.

Con el aplastamiento de la insurrección obrera encabezada por la Liga Espartaquista, la división del movimiento obrero alemán no hizo sino ir en aumento, lo que abonó el terreno para que los nazis se hicieran cada vez más fuertes, primero en las calles y luego en las urnas.

En marzo de 1933, el Partido Nazi, tras recibir el apoyo de la burguesía alemana y acusar a los comunistas del incendio del Reichstag, logró ganar las elecciones casi con mayoría absoluta. Poco después, miles de militantes comunistas, socialistas, anarquistas o sindicalistas de cualquier signo, eran internados en los primeros campos de concentración. Se iniciaba así uno de los periodos más oscuros de la historia alemana y, por extensión, de todos aquellos pueblos dominados bajo el yugo nazi. Un periodo de la historia que no debemos recordar como una pesadilla, sino como una advertencia real.

- Introducción a la edición de El orden reina en Berlín publicada por Piedra Papel Libros.

domingo, 22 de septiembre de 2013

La pequeña gran historia del Grupo DAS

La subida al poder de los nazis en 1933 conllevó la persecución política de todos los sectores de la izquierda no complacientes con el nuevo régimen. Los anarquistas alemanes, a pesar de ser minoritarios en buena parte de Alemania, habían tenido una presencia importante en la cuenca del Ruhr y otras zonas urbanas del país. Un grupo libertario de los que se tuvieron que exiliar, recaló en Cataluña en 1936 (aunque algunos de sus miembros llegaron varios años antes), una zona de claro predominio cenetista; el grupo se autodenominó DAS (Deutsche Anarcho-Syndikalisten) y jugó un papel muy destacado en el contexto de la Guerra Civil. 

El Grupo DAS trabajó desde un primer momento por desenmascarar los intereses del partido nazi en Cataluña. Curiosamente, la República y la Generalitat no rompieron relaciones con Alemania hasta bien entrada la Guerra Civil y fue labor del Grupo DAS desenmascarar los planes orquestados por los nazis desde su consulado de Barcelona. Fruto de esa labor, fue la publicación de un libro: El nazismo al desnudo, que salió a la luz en 1937 y desentrañaba la red político-económica tejida por los nazis en la capital catalana; una red al servicio del fascismo. 

Más allá de lo anterior, el Grupo DAS tuvo un papel muy destacado tanto en la guerra como en la retaguardia revolucionaria. Editaron varios libelos de formación teórica, participaron en las tareas de información exterior y tomaron las armas para defender la revolución en las calles. Sus posicionamientos fueron muy claros: había que ganar la guerra, pero también ganar la revolución, y eso les costó caro. De hecho, los hombres del Grupo DAS marcharon al frente durante el entierro de Camilo Berneri y el resto de anarquistas italianos asesinados por los estalinistas durante los Sucesos de Mayo de 1937; sucesos que marcaron el principio del fin de la Guerra Civil y el estertor final de los años de oro (y fuego) del anarquismo ibérico. 

El final de la historia del Grupo DAS es cruel, triste y oscuro, como muchos de los finales de la Guerra Civil. Poco después de los sucesos de 1937, los integrantes del Grupo fueron detenidos e internados en la checa de Puerta del Ángel (dirigida por comunistas soviéticos y alemanes). Desde allí fueron trasladados a Valencia, puede ser que a la prisión de Santa Úrsula. Al final de la guerra, acabarían con sus huesos en el campo de refugiados de Gurs, donde se les pierde la pista, y donde dejamos por ahora esta historia secreta de los primeros cazadores de nazis en suelo extranjero. 

- Publicado en la sección Rastros de carmín del número 2/10 del fanzine COTARRO.

sábado, 24 de agosto de 2013

La República Roja de Baviera: otra revolución desconocida


Páginas de B. Traven. Retrato de un anónimo célebre, de Golo (pincha y amplia)

Hace unos meses, buscando datos para escribir un post en el blog tr(a)nshistoria, me encontré con una referencia a la República Soviética de Baviera. Es una historia interesante que merece ser conocida y que no sea sepultada por la historiografía oficial, a la que tan poco interesan estos fragmentos olvidados de la historia social.

Tras el final de la I Guerra Mundial (1918), en la que Alemania saldría derrotada, las clases populares de este país y buena parte de su derrotado ejército, se echaron a las calles para derrocar la monarquía imperial que les había arrastrado a la guerra. Tras una fuerte lucha, la insurrección popular, liderada por los sectores mejor organizados del movimiento obrero, consiguió buena parte de sus objetivos: se echó al Emperador, se proclamó la República y se dotó al estado de una organización federal.

En Baviera, una región al sur de Alemania con una gran implantación de las organizaciones obreras, la situación se transformó en una auténtica guerra civil, tras la cual se proclamó la República de Baviera. Por entonces, el líder indiscutible de la república bávara era el socialista Kurt Eisner, un político carismático que fue asesinado el 19 de febrero de 1919 por los disparos efectuados por un militante de la extrema-derecha.

Consejo Central de la República Roja de Baviera
El asesinato de Eisner y la apuesta revolucionaria de buena parte de los sectores populares de la región, llevaron a la proclamación, a principios de abril de 1919, de la República Soviética de Baviera. La Républica, organizada en torno al Consejo de Baviera (una asamblea de obreros, campesinos y soldados), tuvo una dirección predominantemente libertaria durante las primeras semanas de funcionamiento. De hecho, los principales líderes del Consejo fueron destacados militantes anarquistas o socialistas antiautoritarios como Gustav Landauer, Silvio Gesell, Erich Müsham o Erns Toller.

No obstante, la labor organizativa de los anarquistas fue saboteada desde un principio por la militancia del KPD (Partido Comunista Alemán). De hecho, a principios de mayo los comunistas dieron un golpe de estado que les hizo tomar las riendas del Consejo de Baviera, encumbrando en la dirección política de la República a Eugen Levine, un destacado dirigente del KPD.     

A pesar de ello, la República Soviética de Baviera contó con las simpatías de las clases populares bávaras, que, prueba de ello, se echaron a las calles para intentar frenar la invasión de los más de 30.000 militares y miembros de los Freikorps (voluntarios de extrema-derecha) que llegaron a la región para aplastar la experiencia revolucionaria. Una victoria que consiguieron, pero solo tras dejar miles de víctimas entre los defensores de la república bávara, entre ellas los líderes más destacados del Consejo de Baviera.

* Este artículo se incluye en el número 1/10 del fanzine COTARRO, publicado por Piedra Papel Libros. Más información en https://www.facebook.com/PiedraPapelLibros

miércoles, 31 de julio de 2013

Fanzines y movidas

De vuelta al fanzine. Maqueto un documento, repaso intereses, anotaciones que se hicieron al margen de libros nunca olvidados... Hay sitio, me digo. Vuelta a empezar. Hace años, cuando perdíamos el tiempo en la Universidad de Jaén, montamos un fanzine temático (solo literatura). Se llamaba Poetica Seminarii. Era una mierda de nombre, esa es la verdad, pero tenía su historia: la nuestra. Participaba un montón de gente. Algunos publicamos en él nuestros primeros relatos. Otros, tal vez los menos, ya no volvieron a escribir más. La mayoría seguimos haciendo algo, con más o menos acierto, eso sí, pero con la curiosidad intacta. Esa fue nuestra única victoria: no morir de aburrimiento.

No voy a hablar del origen del fanzine, de cuáles son sus características básicas. Todos lo sabéis. En España, prácticamente todo lo que hay publicado sobre el tema nos remite al rollo de la movida madrileña. No se puede negar que aquellos fueron años donde la creatividad popular, la creación colectiva, explotó en las calles. Proliferaron como churros los fanzines y las revistas baratas. Se escribía de casi todo y el mundo editorial no permaneció al margen. Se leía. Se leía mucho. Los puestos de libros tomaron las plazas. Las editoriales, casi todas con alguna colección de carácter político, empezaron a multiplicarse como por arte de magia. Sin embargo, algunos tenemos la sensación de que se ha abusado con cierta ligereza del adjetivo contracultural a la hora de referirse a la Movida; sobre todo si tenemos en cuenta que el término del que deriva el adjetivo anterior, contracultura, se acuña a partir de la lectura de buena parte de la producción teórica de Antonio Gramsci.

En cierto sentido, el fanzine, entendido como herramienta de expresión popular, tiene un origen muy determinado. Fue producido por sectores de la población que en los años 70 y 80 carecían de otros medios para hacerse oír, pero no debemos olvidar que el acceso a esos medios les era negado, fundamentalmente, por el mensaje que querían transmitir. Así, algunas voces críticas, que aportan reflexividad a los estudios apologéticos del boom contracultural vivido en España a finales de los años 70, apuntan, no sin cierta razón, que solo una fracción de ese vasto movimiento, si entendemos por tal a la movida madrileña, aspiraba a cuestionar la hegemonía cultural que venía dada por el aparato ideológico de un régimen, el capitalista, que, lejos de hallarse en descomposición, se estaba reformulando en base a la constitución de un nuevo pacto político, soporte de los mismos privilegios, en el que habrían de integrarse sectores de la oposición democrática; algunos de los cuales, no lo olvidemos, estaban detrás de muchos de aquellos fanzines, revistas y libelos.

Al cabo, el tiempo ha dado la razón a los miembros del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación), que expropiaban bancos mientras repartían tiras de comics donde advertían de que poco iba a cambiar tras la muerte de Franco, de que nada se podría transformar realmente mientras con una mano se quisiera reescribir la historia y, con la otra, se buscara el apretón de manos que garantizase un reluciente sillón de mando. 

Que cada uno saque sus propias conclusiones.

sábado, 6 de julio de 2013

Madridgrado

Me dice mi amigo Alfonso, de Cultura y anarquismo, que tr(a)nshistoria siempre sale perdiendo, porque es el blog que actualizo menos, y con diferencia. Eso es verdad. Vamos a ello.

Hoy hablamos de libros viejos. Uno de los sitios por los que me solía pasar semanalmente para echarle un vistazo era La biblioteca fantasma, un blog sobre libros viejos que cerró en 2012. Llegué allí buscando información sobre el Grupo DAS. De hecho, esta entrada fue la primera que leí en él. El Grupo DAS fue un colectivo de anarcosindicalistas alemanes que, escapando de la persecución política desatada en Alemania por los nazis, acabaron llegando a España para, en plena Guerra Civil, investigar los intereses del Partido Nazi en Cataluña a través del estudio sistemático de la documentación hallada en el consulado alemán de Barcelona (abandonado durante el alzamiento). La historia de este grupo, comprometido al cien por cien con la Revolución Social, es triste, pero también muy interesante. La mayoría de sus miembros fueron detenidos durante los llamados Sucesos de Mayo (1937) y trasladados a una checa comunista situada en Barcelona. De allí pasaron a la prisión de Santa Úrsula, en Valencia, donde murieron asesinados. Algún día escribiremos mucho más sobre ello. El caso es que fue allí, justo en ese blog, donde leí que existía un libro llamado Madridgrado, escrito por Francisco Camba, hermano menor del famoso periodista Julio Camba, uno de esos personajes que durante su juventud militaron en el movimiento libertario y acabaron sus días a la sombra del paraguas falangista.

El libro, que al fin he podido conseguir a través de una magnífica librería de viejo, es una crónica en primera persona del Madrid asedidado durante la Guerra Civil. La novela, cuya calidad literaria queda muy lejos de, por ejemplo, el Madrid, de corte a checa, de Agustín de Foxa, pretende ser una crónica de los "excesos de la revolución roja" y se convierte finalmente en un panegírico del movimiento nacional. No obstante, el libro, leído a contrapelo, resulta interesante para conocer de primera mano las visiones franquistas del anarquismo. En ese sentido, y si queréis ampliar, os recomiendo que le echéis un vistazo a dos artículos más que interesantes. El primero es A tiro limpio: el anarquismo visto por el cine del franquismo, y el segundo La colección Temas Españoles: La contrarrevolución española y la divulgación de la interpretación franquista de la historia de España y de la Guerra Civil. Leyéndolos nos damos cuenta de hasta qué punto la construcción social de la imagen del anarquismo en el estado español está mediatizada por el poder político, algo que va más allá de las diferencias entre regímenes políticos o partidos en el poder.

Bajo mi punto de vista, no deja de ser estimulante la lectura de este tipo de obras. Se aprende tanto de ellas como leyendo clásicos del tipo Madrid, rojo y negro, de Eduardo Guzmán. En todo caso, siempre son libros difíciles de conseguir, ya no solo por su precio, sino porque quedan muy pocos ejemplares circulando. Por eso, lo mejor es conservarlos lo mejor posible y pasarlos de mano en mano, al menos hasta que se reediten.

martes, 18 de junio de 2013

Los poetas ingleses


Casi todas las fotos y vídeos de tr(a)nshistoria son en blanco y negro. Algún día, cuando hable de los años 70, me pasaré al color. 

Sin desvaríos. El vídeo que he colgado en esta entrada, lo he encontrado por casualidad. En realidad, buscaba noticias de The Last Mile to Huesca, el poemario que John Cornford escribió en 1936. Seguramente, el usuario que ha colgado el vídeo se haya basado en un poema del poeta inglés para realizar este montaje. Busco ese poemario. No sé si está traducido al español, pero me gustaría encontrarlo. Si alguien sabe de él, que me mande un correo electrónico, por favor.

John Conford era tataranieto de Charles Darwin. Joven de buena familia, ingresó en las juventudes del Partido Comunista Británico junto a otros destacados estudiantes del Trinity College. En 1936, viajó a España con la intención de convertirse en corresponsal de guerra. Al poco tiempo, contagiado del ambiente revolucionario de Barcelona, decidió dar un paso más en su compromiso con la causa socialista y decidió alistarse voluntario, como George Orwell, en una milicia del POUM.

A los pocos meses, regresó de nuevo a Inglaterra para reclutar más voluntarios. A su vuelta, se integró en el Batallón "Comuna de París", que fue movilizado en la Batalla de Lopera, un pueblo cercano a Jaén. Allí, junto a decenas de sus compañeros, murió el día 28 de diciembre de 1936, Día de los Inocentes, apenas unas horas después de cumplir los 21 años. Murió a causa de una ráfaga de ametralladora. Se dice que fue herido mientras ayudaba a compañero.

 John Cornford (1917-1936)

En Lopera hay un monumento que le recuerda; a él y a otros tantos escritores ingleses, como John Sommerfeld o Ralph Fox, que también lucharon y murieron en la Guerra Civil. Ese monumento, de factura sencilla y simbología no demasiado explícita, se encuentra en el llamado Jardín de los poetas ingleses, donde los viejos del pueblo se sientan a tomar el fresco y hablar de sus cosas.

Espero hacerme, aunque sea poco a poco, con todo lo que escribieron aquellos escritores de los que apenas si se acuerda nadie. Lo dicho, quiero empezar con el libro de poemas de Conford. A ver si lo encuentro... Seguro que merece la pena.

lunes, 20 de mayo de 2013

De bruces contra el estado

El Grillo Libertario, la editorial y distribuidora vinculada a la CNT de Cornellá, sigue haciendo un excelente trabajo. De bruces contra el estado, el libro del que hablamos hoy, es un buen ejemplo de ello. De hecho, se han escrito muchos libros, y muy interesantes además, sobre el tema de las colectivizaciones, pero casi siempre son parciales en un sentido u otro. Me explico. En unos se trata la colectivización industrial, mientras que en otros se estudian las colectivizaciones de tierras  llevadas a cabo a partir del verano del 36 en las zonas rurales. Otros libros, por contra, intentan tratar ambas experiencias colectivistas, pero circunscribiendo el estudio a zonas geográficas muy concretas.

De bruces contra el estado, sin embargo, trata de igual a igual las colectividades industriales y agrarias. También se cincunscribe a un marco geográfico determinado, Cataluña, pero la amplitud del mismo nos permite visualizar de forma integral la experiencia revolucionaria llevada a cabo en la retaguardia republicana tras la derrota del levantamiento militar del 18 de julio de 1936.

El libro, en realidad, es la compilación de dos trabajos breves que guardan una relación complementaria. El primero de ellos, La transformación colectivista en la industria y los servicios de Cataluña (1936-1939), es un interesante artículo de Antoni Castells. En el mismo se realiza una descripción de la organización y funcionamiento interno de las colectividades industriales y de servicios de Cataluña; un tejido económico de nuevo cuño que permitió reconfigurar y racionalizar la actividad productiva de una región pujante y vital para la supervivencia de la zona leal. Por otro lado, Castells realiza un somero acercamiento al proceso estatizador que minó la estructura colectivista y puso los resortes del poder económico-político en manos de los enemigos del proceso revolucionario.

El segundo trabajo que conforma esta obra dual, repasa, por contra, el desarrollo de la revolución en el mundo rural. En este caso, Marciano Cárdaba firma el breve ensayo que lleva por título La revolución de 1936 y el colectivismo agrario en Cataluña. Un artículo donde se pone el acento en las dificultades que encontraron los trabajadores que apostaron por la colectivización de la tierra y la puesta en marcha de un modelo productivo de carácter libertario en el que la propiedad de la tierra y el usufructo de la misma, no estuvieran en manos de unos pocos. Dificultades de todo cuño que, no obstante, fueron solventadas, al menos en un primer término, por los sectores populares que impulsaron el proceso colectivista y que encontraron en la CNT, a pesar de ciertas posturas timoratas de sus comités, la única organización dispuesta a acompañar el impulso revolucionario desatado en los primeros meses de la contienda. 

Hablamos por tanto, al menos bajo nuestro punto de vista, de una obra interesante y accesible, amena y rigurosa, que, sobre todo para el caso catalán, posibilita un acercamiento histórico integral a las realizaciones prácticas de los trabajadores y trabajadoras que respondieron a la rebelión militar oponiéndole un proceso revolucionario que les permitió tomar los medios de producción y autogestionar sus vidas de una manera nunca vista en la historia contemporánea del estado español. Además, si estáis interesados en adquirlo, os anunciamos que el libro solo vale 4 euros. Una razón más para leerlo. 

jueves, 25 de abril de 2013

El libro de las derrotas

 Milicianos espartaquistas (Alemania, 1919)

La historia es material de derribo para Antonio Orihuela. De sus ruinas, de sus escombros, el poeta onubense levanta, como en un juego de Lego, una estructura dúctil, fácilmente desmontable, que nos permite reconocer las costuras del antiguo relato ciclópeo, el de la historia impuesta, el de la historia de los de arriba. El libro de las derrotas es, qué duda cabe, el mejor ejemplo de lo que decimos.

Por otro lado, el que nos ocupa es, de largo, su libro más tr(a)nhistórico. Precisamente por eso hablamos de él aquí. En este libro, de apenas algo más de cien páginas, Orihuela le pasa el cepillo a contrapelo a la alfombra de la historia, permitiéndonos otear, aun de manera efímera, el brillo sepultado de los momentos en los que el poder pareció morder el polvo, aunque fuera por poco tiempo. Hablamos, por tanto, de un libro que, como si se tratara de una ventana a un paisaje invisibilizado, nos ayuda a contemplar el paisaje de un acontecer más amplio y pleno, más hondo, al cabo, mucho más humano.

Continuando con lo anterior, leer El libro de las derrotas nos invita a preguntarnos qué sería de nosotros si, de una manera honesta, supieramos tejer nuestro presente con las historias de la historia de los vencidos, es decir, si hiciéramos ahora el tiempo de los desobedientes y sembrásemos de memoria y optimismo nuestra lucha, que, aún sabiéndose perdida, no debiera plantearse desde la desesperanza compulsiva, desde el nihilismo que proponen como punto de partida los que, en este juego de siglos, se dan el relevo y ocupan siempre el lugar de la banca.

Para finalizar, no me cabe duda de que El libro de las derrotas permite sumergirnos, a pesar de su brevedad, en el imaginario de Antonio Orihuela. Un libro, añadimos, que cimenta en cierta forma su reciente itinerario ensayístico. En ese sentido, El libro de las derrotas amplifica en cierta forma su reciente Poesía, pop y contracultura en España, publicado en este año por la editorial Berenice. Un ensayo, este último, que supone un interesante análisis de ese periodo histórico reciente popularmente conocido como la Transición, y que algunos denominamos desde hace años la Transacción.

Desde tr(as)nshistoria - historia disidente y periférica, os recomendamos la lectura de ambas obras.

jueves, 28 de marzo de 2013

"Haremos lo que sea necesario, del modo que sea"


El pasado martes, en una jornada de esas raras que organizamos en el CSA "Jaén en pie", organizamos una proyección del documental The Weather Underground. Ya hemos hablado de ellos en algunas entradas de este blog. Ahora, si acaso, lo que me interesa es hablaros de ese documental desde otro punto de vista, quizá más vivencial.

La primera vez que lo vi estaba muy contaminado por la lectura de un libro de Servando Rocha sobre los movimientos contraculturales y antagonistas al capitalismo blanco en los EE.UU. de la década de los 70. Esa primera vez, me acerqué al documental como se acerca el arqueólogo a un pedazo de solar vacío que ha sido sometido a prospección. La segunda vez, sin embargo, realicé una lectura mucho más biográfica del mismo. Como diría Constantino Bertolo, lo leí de una manera adolescente, apropiándome, de forma inconsciente, claro está, de los fragmentos de la biografía de los protagonistas que podrían solaparse con mi propia experiencia, sin duda muy lejana a la de aquellos apolíneos revolucionarios.

Sí, tal vez sea una lectura posible, generalizable y no menos interesante. Al fin y al cabo, el alejamiento objetivo que aconsejan muchos críticos para acercarse al género documental, adolece de un esquemátismo refutable desde varios puntos de vista. En ese sentido, la asepsia pretendida no es sino la pretensión distópica de un grupo de especialistas cuyo prestigio social deviene de un factor externo, explicable desde fuera y construido socialmente.

Insisto, tr(a)nshistóricos míos, echadle un ojo al documental: The Weather Underground.

lunes, 25 de febrero de 2013

The Weather Underground



De The Weather Underground ya hablamos aquí. Ahora volvemos a hablar de ellos porque el 26 de marzo se proyecta un interesante documental sobre su origen, trayectoria y posterior disolución. La proyección, que está organizada por el Ateneo Cultural del CSA "Jaén en pie", es muy recomendable.

Para los que no lo conozcáis, os recuerdo que el Centro Social Autogestionado "Jaén en pie" es un espacio sostenido, fundamentalmente, por distintos colectivos culturales, sociales y políticos de la ciudad de Jaén; un espacio que es usado para diversos fines. Entre ellos, para dar cabida a las iniciativas culturales que se quieran plantear, siempre que no tengan ánimo de lucro y no fomenten valores que entren en contradicción con los del Centro Social. 

Podéis conocer las actividades previstas en el CSA "Jaén en pie" visitando su página en facebook; es esta https://www.facebook.com/JaenEnPie 

lunes, 11 de febrero de 2013

Señales de la guerra

El soldado Ekkehart Brunnert había subido a bordo de un tren de tropas en la ciudad de Bobligen, en Alemania; con la mano se despidió de su esposa Irene, y la contempló hasta que desapareció de su vista. Rodeado por catorce compañeros, el soldado pronto se acostumbró a la camaradería de la vida militar. El tren avanzó hacia el este durante interminables días y, a medida que atravesaba Ucrania, se multiplicaban las señales de la guerra. Brunnert vio aldeas incendiadas y vagones reducidos a esqueletos calcinados. Él y sus camaradas decidieron hacer guardias por la noche, pero los guerrilleros no llegaron a atacar. Semanas después de haber abandonado Boblingen, la unidad llegó a Chir. Allí, Brunnert montó una tienda y, cuando se levantó al día siguiente, vio que todo se hallaba cubierto de escarcha. También contempló a miles de refugiados rusos que eran llevados hacia Alemania a los campos de trabajo. Se apiñaban en vagones de plataforma. La mayoría iban en harapos; algunos masticaban peitas de girasol, que constituía su única comida. En las campos alrededor de las vías, otros rusos revolvían los montones de basura buscando desperdicios de comida. Brunnert quedó muy impresionado por estas visiones.

- El fragmento que habéis leído pertenece a La batalla de Stalingrado, el vibrante tochazo de historia militar de William Craig, hoy en día convertido en todo un clásico del género.

lunes, 28 de enero de 2013

Mussolini a la conquista de las Baleares

Los amigos de transhistoria, los que lleváis varios años leyendo este blog que actualizo mucho menos de lo que quisiera, sabéis que de vez en cuanto suelo hablar de Camilo Berneri. Por eso mismo no diré quién es. Lo que sí diré es que hace unos meses estuve en la presentación de este libro en Madrid. Es un acercamiento al proyecto imperialista del fascismo italiano. Berneri escribió este librito con la documentación que halló en el consulado italiano de Barcelona, que fue abandonado por sus ocupantes al comenzar la Guerra Civil. Gracias a la correspondencia consular, se evidencian las intenciones del régimen fascista, que pretendía hacer de las Baleares un punto estratégico a la hora de hacerse con el control del Mediterráneo.

El libro se completa con un interesante prólogo de Paco Madrid, uno de los investigadores que mejor conoce la vida y obra de Berneri, y con un epílogo que contiene cuatro artículos clásicos (sobre Marxismo, clases y Estado) que el anarquista italiano publicó en el periódico Guerra de clases poco antes de ser asesinado por los comunistas durantes los sucesos de mayo del 37.

El libro lo ha editado el Grup d´Estudis Llibertaris "Els Oblidats", que está realizando una interesante labor de la historia del movimiento libertario en el archipiélago balear.

viernes, 18 de enero de 2013

Contrahistoria, una vez más


Acabo de terminar de leer el número 5 de la revista Contrahistoria. La revista, que número tras número parece superarse, nace del esfuerzo militante de un grupo de compañeros decididos a dar la cara en la batalla por la historia. Por eso mismo os animo, una vez más, a leer esta publicación, de la que podéis tener más información aquí: http://revistacontrahistoria.blogspot.com.es/

Además, si queréis echarle un vistazo, podéis leer el pdf del primer número de la revista. Seguro que no os dejará indiferentes. Podéis descargarlo pinchando en este enlace.
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