
Oleadas de color marrón, gris y verde convergen hacia tres soldados que manejan un cañón. El de la izquierda en primer término se agacha para encender la mecha, mientras los otros dos a la derecha parecen estar a punto de cargarlo de nuevo. Superpuestas a esta dramática imagen hay palabras sobre la guerra y los combates: bboumm, dice el cañón; 100.000 fogonazos desgarradores; aniquilación; ¡vamos muchachos! Estas frases sucintas, expresivas y entrecortadas actúan a modo de comentario sobre la violencia de la imagen. Esta pintura formaba parte de un grupo que Severini realizó entre 1914 y 1918, durante la primera guerra mundial. La vertiginosa y dinámica sensación de movimiento y velocidad y la atención a la maquinaria moderna son típicas del futurismo, cuyo manifiesto firmo Severini en 1910. El amplio uso de palabras y letras, sin embargo, es exclusivo de Severini, que más tarde produjo obras en un estilo más realista, incluida una serie de frescos de Montegufoni, cerca de Florencia.
2 comentarios:
En El ABC del arte del siglo XX (Phaidon, 1999)
Cuando escucharon boom en Libia se pusieron mas suavones... Transhistoria arma de lucha!
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