La figura de Cristo está medio tapada por uno de los ladrones y por María Magdalena, lo que nos obliga a concentrar nuestra atención en la siniestra naturaleza de las botellas de vinagre, el martillo y los clavos, que aparece en primer plano. Este desplazamiento del centro de interés, que ya no es Cristo, se consideró radical en su época y provocó una airada reacción de la Iglesia. La obra se interpretó tambien como una crítica implícita al régimen de Mussolini. Este cuadro es una obra típica del realismo socialista, un movimiento artístico que pretendía crear un arte político, que fuera moderno y a la vez comprensible por la gente corriente. Guttuso fue uno de los principales exponentes de este movimiento, y en esta obra combina elementos del cubismo -como la paleta no naturalista y la distorsión de la anatomía- con el realismo descriptivo. A finales de los años 30 y principios de los 40 formó parte del Partido Comunista, clandestino en la Italia fascista.
2 comentarios:
En El ABC del arte del siglo XX (Phaidon, 1999)
muy interesante juaneke, no lo conocía y me gusta mucho. Un abrazo.
De LaRogne
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