No me cansaré nunca de recomendar Q, el libro de Luther Blisset sobre la rebelión anabaptista. Siglo XVI, Lutero le planta cara a la iglesia católica, podrida hasta el tuétano por las bulas y la relajación moral del clero. Una iglesia bajo el paraguas del emperador, Carlos I, el cristianísimo rey de España. Decíamos que Lutero le planta cara a la iglesia, y detrás de él buena parte de los nobles que ven en la Reforma una remota posibilidad, luego menos remota de lo que parecía al principio, de minar la fuerza del emperador católico, que a pesar de su posición de aparente primus inter pares, seguía teniendo un poder político incuestionable en la Alemania del siglo XVI. Católicos y luteranos, es lo que puede parecer, lo que nos enseñan en el instituto. Guerra de teóricos de la religión, reformadores versus contrarreformados, enemigos acérrimos en el terreno de la política religiosa internacional. Pero en Q se nos cuenta el lado oscuro de la Reforma protestante... La rebelión de aquellos que creían que la transformación social debía estar aparejada a esa profunda reforma teológica iniciada por el agustino Lutero. Hablamos de los seguidores de Thomas Müntzer, el acuñador. Un líder anabaptista que canalizó la rebeldía de los campesinos alemanes. Y también se nos cuenta otra historia, esta sí, oculta a casi todos, la de la alianza de católicos y luteranos para aplastar a aquellos que no entendían reforma teológica sin socialismo real. Una alianza que ya sabemos qué frutos obtuvo. Un libro interesantísimo que no debéis dejar de leer.
Para ampliar: La rebelión campesina de 1524:
1 comentario:
Con ganas de leer este librote desde hace ya tiempo, a ver cuando puede ser.
Interesantísimo además el trabajo colectivo que hacían estos chic@s de Luther Blisset (algun@s de l@s cuales ahora integran Wu Ming).
Por cierto, ¿sabían ustedes que Luther Blisset llegó hasta Jaén cuando la innecesaria y zafia guerra contra Irak? sí, la rabia hizo entonces que un grupo de jóvenes se agruparan bajo el paraguas de Luther Blisset para expresar, en una ciudad como Jaén, su repugnancia y su repulsa ante esta guerra. Pero esta es otra historia que quizá trans(h)istorio se anime a contarles otro día. Hoy lo dejamos aquí.
Un saludo, Nuto.
Brm -NG-
Publicar un comentario