
"Necesitamos de la historia, pero la necesitamos de otra manera a como la necesita el holgazán mimado en los jardines del saber". F. Nietzsche
viernes, 29 de enero de 2010
Laberintos de exclusión: diálogos con la antropología urbana, de José Palacios Ramírez

domingo, 24 de enero de 2010
Los reyes albañiles

sábado, 16 de enero de 2010
Sollie 17, de Ed y Nancy Kienholz

-Viene de El ABC del arte del siglo XX (editado por Phaidon en 1999)
sábado, 9 de enero de 2010
El asalto a la cultura, de Stewart Home

Creemos que el ejercicio de libertad más urgente es la destrucción de los ídolos, especialmente cuando se presentan a sí mismos en nombre de la libertad. El tono provocador de nuestro panfleto era un ataque contra el entusiamo unánime y servil. La desaprobación por ciertos letristas, incluso el mismo Isou, revela tan sólo la incomprensión entre los extremistas y aquellos que ya no lo son.
lunes, 4 de enero de 2010
Anarcos centenarios
Se va a notar mucho... Da igual. Viene al pelo, ahora que nos hacemos viejos, contar como nació la cosa. El inventó nació en Cataluña, ya lo sabéis, a finales de 1910, cuando Solidaridad Obrera, el anarcosindicato catalán, lanza un congreso para agrupar a todas las sociedades obreras de carácter libertario de todo el Estado español. Pero la historia había empezado mucho antes, con Fanelli y Anselmo Lorenzo, y con la adhesión de la Sección Española de la I Internacional a la corriente disidente y minoritacia del movimiento obrero, la corriente anarquista. Pero con qué nos encontrábamos en ese congreso fundacional... Bien, pues principalmente con un conjunto de sindicatos que se federarían bajo una seríe de principios, tácticas y finalidades muy particulares en la época, incluso dentro del movimiento obrero. Nos encontramos con un anarquismo de clase, que cree poderosamente en la organización y que margina las corrientes individualistas (que relaciona con la remora del pensamiento liberal burgués). Nos encontramos con una reafirmación en la táctica de la acción directa, en el antidelegacionismo y en la desconfianza del poder político. Nos encontramos con el laicismo, el naturismo, el esperantismo y todos el mapa de corrientes que desde el eclecticismo levantan algo más que una organización revolucionaria. Es entonces cuando la CNT se convierte en la caja de las tormentas. Capaz de combatir a tiros a los asesinos de la patronal (Barcelona en los años 20 era peor que Chicago), pero también de defender en lo inmediato a los trabajadores. También de fomentar una cierta cultura de clase generada a través de una potentísima prensa y un aparato de autoaprendizaje articulado a través de los ateneos libertarios. Una CNT donde anarquismo y sindicalismo se unen para defender derechos, pero siempre con la mirada puesta siempre en la Revolución Social. Así empezó todo. Y son esos 100 años lo que conmemoramos ahora. Esto se merece unas cuantas entradas más.
