"Quedan abolidas las más mínimas sombras de la explotación del hombre por el hombre; y como consecuencia de esto, toda clase de arrendamiento, de aparcería o de salario. Esta medida alcanzará a todos los vecinos del pueblo, cualquiera que sea su condición".
Artículo 9 de la Colectividad de Pina del Ebro
El sábado estamos de fiesta, aunque curiosamente sea para recordar. Anarcosindicalistas y anarquistas, hijos del pueblo, presentes en el cementerio de Montjuic para asistir a la inauguración del monumento a los trabajadores muertos en defensa de la Revolución Social, los asesinados por el fascismo hace 75 años. Una fiesta, decimos, y que duda cabe de que lo es para los que después de tanto tiempo honramos la memoria de tantos y tantos hombres y mujeres.
El sábado rendiremos nuestro homenaje a los que nunca perdieron la dignidad. Su memoria nos pertenece y debe estar siempre en la base de nuestra lucha cotidiana. Aquellos hombres cambiaron la faz del mundo. Hicieron posible un sistema social radicalmente igualitario, pero en completa libertad. La palabra anarquía tomó forma y dejó de ser una idea utópica.
Muchos años antes, las vidas de otros tantos justos habían sembrado el camino de la Revolución Social. Pienso, por ejemplo, en los anarquistas andaluces torturados tras las insurrecciones campesinas de Loja, Utrera, Jerez... En aquellos que murieron ajusticiados tras el complot de La mano negra. Y luego en las mujeres que se tiraron a las calles durante la Semana Trágica o en los que murieron bajo las balas de los pistoleros de la patronal. Imagino las miles de historias que se esconden detrás de la represión desatada tras la Revolución de Asturias y, por último, sí, recuerdo a todos aquellos y aquellas mujeres libres que perdieron la vida haciendo realidad la Idea.
El sábado celebramos la memoria de los justos, pero también el presente de los que no se cansan. El presente de los miles de hombres y mujeres que en todo el mundo recogen el testigo de los que lo quisieron todo y lo pagaron caro. Después de tanto tiempo, la CNT homenajea en justicia a los que nunca se fueron. Allí nos veremos.
¡Viva la Revolución Social!
¡Viva el Comunismo Libertario!
El sábado estamos de fiesta, aunque curiosamente sea para recordar. Anarcosindicalistas y anarquistas, hijos del pueblo, presentes en el cementerio de Montjuic para asistir a la inauguración del monumento a los trabajadores muertos en defensa de la Revolución Social, los asesinados por el fascismo hace 75 años. Una fiesta, decimos, y que duda cabe de que lo es para los que después de tanto tiempo honramos la memoria de tantos y tantos hombres y mujeres.
El sábado rendiremos nuestro homenaje a los que nunca perdieron la dignidad. Su memoria nos pertenece y debe estar siempre en la base de nuestra lucha cotidiana. Aquellos hombres cambiaron la faz del mundo. Hicieron posible un sistema social radicalmente igualitario, pero en completa libertad. La palabra anarquía tomó forma y dejó de ser una idea utópica.
Muchos años antes, las vidas de otros tantos justos habían sembrado el camino de la Revolución Social. Pienso, por ejemplo, en los anarquistas andaluces torturados tras las insurrecciones campesinas de Loja, Utrera, Jerez... En aquellos que murieron ajusticiados tras el complot de La mano negra. Y luego en las mujeres que se tiraron a las calles durante la Semana Trágica o en los que murieron bajo las balas de los pistoleros de la patronal. Imagino las miles de historias que se esconden detrás de la represión desatada tras la Revolución de Asturias y, por último, sí, recuerdo a todos aquellos y aquellas mujeres libres que perdieron la vida haciendo realidad la Idea.
El sábado celebramos la memoria de los justos, pero también el presente de los que no se cansan. El presente de los miles de hombres y mujeres que en todo el mundo recogen el testigo de los que lo quisieron todo y lo pagaron caro. Después de tanto tiempo, la CNT homenajea en justicia a los que nunca se fueron. Allí nos veremos.
¡Viva la Revolución Social!
¡Viva el Comunismo Libertario!
4 comentarios:
Viva!
Cjm
Tampoco olvidaremos a la gente que hizo realidad el comunismo libertario en Casas Viejas. Y que fueron cruelmente asesinados por el estado republicano.
Muerte al estado y viva la Anarquía!
Vale, vale, pero es que no puedo recordar tanto... ¡Eres un poco perrote! ;)
Yo estuve en aquel Homenaje. Fuè un acto emotivo, sencillo, digno. Octavio Alberola pronunció unas palabras, que a mi me llegarón muy hondo.Con todxs los compañerxs llegadxs de toda España, me senti fuertemente hermanada. Visualicé lo que ya sabia, somos una gran familia, somos compañerxs y hermanxs y juntxs podemos volver a hacer grandes cosas.
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