Así encabeza la exposición temporal del Reina Sofía. Una luz dura, sin compasión. El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939. Si tenéis la suerte, diga lo que diga El topo soviético, de vivir en Madrid, os aconsejo que os paséis un domingo tempranito por el museo, que es gratis y tampoco hay tanta gente, para echarle un ojo a esta maravilla. Os encontraréis una exposición bestial, al menos para los que os gusta tr(a)nshistoria. Un recorrido exhaustivo por el movimiento de la fotografía obrera.
Nos encontraremos con obras de Sergei Tretyakov, David Seymour, Robert Capa, Paul Strand, Tina Modotti, Walter Ballhause o Max Alper, y una serie de audiovisuales que ponen la piel de punta. Grabaciones soviéticas sobre la resistencia de Madrid ante el avance del ejército franquista, películas de propaganda estalinista, documentales sobre la lucha contra el paro obrero en los Estados Unidos posteriores al crack del 29 o sobre la firma del acuerdo constituyente del pacto del Frente Popular francés. Una pasada.
Y aprendemos, claro que aprendemos, porque la exposición también es didáctica. Por un lado, tomamos conciencia del peso de la propaganda en la lucha de los movimientos sociales izquierdistas del periodo de entreguerras y, por otro, atisbamos la evolución y variantes del movimiento de la fotografía obrera según la época o los países. También concoceremos la intrahistoria, sin duda conflictiva, de la fotografía obrera soviética, que tuvo que hacer frente a la censura estalinista (empeñada en controlar la producción fotográfica del movimiento para que solo reflejara los logros de la revolución y no sus sombras).
Lo dicho, no os la perdáis.
Nos encontraremos con obras de Sergei Tretyakov, David Seymour, Robert Capa, Paul Strand, Tina Modotti, Walter Ballhause o Max Alper, y una serie de audiovisuales que ponen la piel de punta. Grabaciones soviéticas sobre la resistencia de Madrid ante el avance del ejército franquista, películas de propaganda estalinista, documentales sobre la lucha contra el paro obrero en los Estados Unidos posteriores al crack del 29 o sobre la firma del acuerdo constituyente del pacto del Frente Popular francés. Una pasada.
Y aprendemos, claro que aprendemos, porque la exposición también es didáctica. Por un lado, tomamos conciencia del peso de la propaganda en la lucha de los movimientos sociales izquierdistas del periodo de entreguerras y, por otro, atisbamos la evolución y variantes del movimiento de la fotografía obrera según la época o los países. También concoceremos la intrahistoria, sin duda conflictiva, de la fotografía obrera soviética, que tuvo que hacer frente a la censura estalinista (empeñada en controlar la producción fotográfica del movimiento para que solo reflejara los logros de la revolución y no sus sombras).
Lo dicho, no os la perdáis.
1 comentario:
Pues, lamentablemente, me la voy a perder. Lástima. Es una gran exposición.
Por cierto, buen blog, Juan.
Nos vemos. ¡Salud!
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