El extrañamiento del etnógrafo no supone sólo un acercamiento fragmentario a otras formas de comprender y realizar el mundo. La sensibilidad hacia esas imágenes en negativo, es decir, hacia lo que no forma parte de lo esperado desde nuestros esquemas culturales, constituye la columna vertebral de la interpretación etnográfica. Esos aspectos de la vida social que no encajan en nuestra visión corriente de las cosas son los que nos hablan de la cultura "objeto" como un entramado de reglas propias, cuya existencia y relaciones nos esforzamos en reconocer. Uno de los objetivos de la etnografía es mostrar la razonabilidad de ese mundo a primera vista extraño, presentándolo como una realidad inteligible.
- En La lógica de la investigación etnográfica, de Honorio Velasco y Ángel Díaz de Rada (Editorial Trotta, Madrid: 2004).
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